En 1826
regresaban a Buenos Aires los últimos 78 granaderos, eran los restos del
Ejército de Los Andes; lo hacían después de 10 años ,sin ver a su familia ,
cansados, varios enfermos , andrajosos. Eran héroes , y nadie salió a
recibirlos,nadie los vitoreó en esa entrada que debió ser triunfal).Para
más, la unidad fue disuelta por el
presidente Rivadavia y su personal distribuido entre los diferentes cuerpos del
ejército.
54 años más tarde, el 28 de mayo de 1880, llegaban a
Buenos Aires, a bordo del vapor Villarino, los restos del Gral. San Martin. Los
últimos 7 Granaderos a Caballo que aun vivían, viejos ya, por su propia cuenta
y determinación se reunieron, vestidos con los restos de sus antiguos uniformes
y marcharon a caballo al puerto a recibir a su jefe, escoltaron el féretro hasta
la catedral y allí montaron guardia a la entrada del mausoleo durante toda la
noche, al amanecer se despidieron y se perdieron en la historia.
Pasaron otros 23 años y el 29 de mayo de 1903 el
presidente Roca firma el decreto que determinó la recreación del Regimiento de
Granaderos a Caballo sobre la base del mejor regimiento de caballería de línea,
usando como uniforme de parada el histórico que diseñara el Gral. San Martin.
Cuatro años más tarde, el presidente Figueroa Alcorta lo designa Escolta
Presidencial; desde entonces cada mañana puede verse a un grupo de 7 granaderos
marchar desde la casa de gobierno a la catedral, donde dos de ellos quedan
montando guardia a la entrada del mausoleo del Gral. San Martin, cada dos horas
regresan los otros cinco y se efectúa el cambio de guardia, hasta el final del
día en que los 7 regresan a la casa rosada; así cada día hábil, bajo el sol o
la lluvia, los 7 granaderos custodian los restos de su jefe; porque siete?
Porque no 10 ó 12?
En memoria de aquellos últimos 7 granaderos que en
1880 fueron los primeros en realizar, motu proprio, esa custodia.
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