En el post anterior se
publicó un artículo sobre la famosa medalla acuñada en Bélgica con la efigie
del Libertador. Al respecto, es necesario insistir una vez más, en que nuestro
héroe nunca perteneció a la masonería. Reproducimos, a continuación, un
comentario que documenta lo afirmado.
Nuevos
datos sobre San Martín
En la revista Todo es
Historia, se publicó un artículo del embajador Guillermo Jacovella[1], que
aporta nueva información, debidamente documentada, que complementa lo sostenido
en nuestro artículo "San Martín no fue masón" (http://forosanmartiniano.blogia.com/2006/octubre.php ).
1. Nos interesa detenernos
en lo que se expone respecto a la medalla confeccionada por el artista belga
Jean Henri Simon, una de las diez que preparó por encargo del Rey, como
homenaje a otros tantos hombres célebres. Para esta medalla el general posó
expresamente, y se logró el único retrato de perfil de nuestro héroe. Se
conserva una sóla medalla en bronce, en la Biblioteca Real de Bruselas, que
tiene escrito, en el reverso: “Loge La Parfaite Amitié constituée a l’Oriente
de Bruxelles le 7 julliet 5807 (1807) au Géneral San Martín 5825 (1825)”.
En el anverso, figura
“General San Martín”, alrededor del retrato, y abajo “Simon F”, indicando el
nombre del grabador y su pertenencia a la masonería (F: frere, hermano).
2. Se puede deducir que esta
medalla fue confeccionada sobre el molde de la oficial, encargada por el Rey, y
no hay constancias de que San Martín la haya recibido. No figura en ella como
“F”, sino como General. Tampoco figura su nombre en las listas y actas de la
logia mencionada, como lo ha reconocido Frank Langenauken, director del Centro
de Documentación Masónica de Bruselas. Esto es muy importante, pues, al ser
ocupada Bélgica en la 2da. Guerra Mundial, los alemanes incautaron archivos
oficiales y de la masonería. Luego esos archivos quedaron en poder de la Unión
Soviética en Moscú, y el gobierno belga consiguió recuperarlos recientemente
3. Hace una década, el Dr.
Terragno escribió: “Cuando todos los materiales estén clasificados y al alcance
de los investigadores, quizá surjan nuevos elementos sobre la Parfeite Amitié y
los vínculos masónicos de San Martín en Bruselas”[2]. Pues bien, estando ya los
documentos disponibles, se realizó una exhaustiva investigación, “sin que se
pudiera encontrar mención alguna al general San Martín o al homenaje de la
referida medalla”[3].
4. Consideramos muy valiosa
la información aportada por el señor Jacovella, para desmentir una falsedad
histórica. Debemos discrepar, sin embargo, con dos afirmaciones del autor:
a) que “se puede afirmar que
era de claras convicciones liberales”;
b) que la masonería no
estuvo condenada por la Iglesia hasta 1884.
5. Sostiene Jacovella que
“si San Martín hubiera querido iniciarse en la masonería durante los largos
años que vivió en Europa (hasta 1850), ello no hubiera sido abiertamente
incompatible con su condición de católico y mucho menos de liberal” (p.25). La
encíclica de 1884, a la que se refiere el autor, es la Humanum genus, de León
XIII. Pues bien, ese documento ratifica expresamente las constituciones:
“In eminenti”, de 24-4-1738,
de Clemente XII.
“”Providas”, de 18-5-1751,
de Benedicto XIV.
“Ecclesiam a Iesu Christo”,
de 13-9-1821.
“Quo graviora”, 13-3-1825,
de León XII.
A través de dichos
documentos, la “Sede Apostólica denunció y proclamó abiertamente que la
masonería, constituída contra todo derecho divino y humano, era tan perniciosa
para el Estado como para la religión cristiana. Y amenazando con las penas más
graves que suele emplear la Iglesia contra los delincuentes, prohibió
terminantemente a todos inscribirse en esta sociedad”[4].
6. Sobre el liberalismo, nos
pronunciamos en "San Martín, ni masón ni liberal" (www.mario-meneghini.blogspot.com ).
7. Félix Luna, director de
la revista Esto es Historia, hasta su fallecimiento, escribió en el editorial
del número comentado, refiriéndose a San Martín:
“…no hizo falta ninguna
medida de gobierno para imponer su culto. En este aspecto, vemos cómo han sido
inútiles algunos intentos de revisar el recuerdo histórico de San Martín
aportando pretendidos documentos o revelaciones que modificarían
sustancialmente su personalidad. Así, los intentos de presentarlo como un
mestizo, hijo de una india guaraní, o los que le adjudican hijos ilegítimos
habidos en el Perú. Aparte de la orfandad de las pruebas que se presentaron en
estos casos, estas revisiones no calaron popularmente ni sirvieron para que la imagen
clásica del Libertador se modificara”.
[1] Jacovella, Guillermo.
“San Martín y los ideales masónicos”; Todo es Historia, Nº 505, agosto de 2009,
páginas 20-25.
[2] Terragno, Rodolfo H.
“Maitland & San Martín”; Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes,
1999, p. 193.
[3] Jacovella, op. cit., p.
23.
[4] “Humanum genus”; p. 4.
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