LA CAMPAÑA DE SAN MARTÍN COMO EJEMPLO DE GUERRA PSICOLÓGICA


REFLEXIONES SOBRE UN ARTÍCULO DE RAMÓN CARRILLO
Su análisis de la Guerra Psicológica, la Campaña Sanmartiniana y su importancia histórica y actual [1]

Reprodución de párrafos  del trabajo de Horacio Minicucci, publicado en la revista del Instituto de Estudios Nacionales, el 16-8-2015.

*“... hagamos, en primer lugar algunas consideraciones sobre los antecedentes de lo que hasta hoy se llama guerra de nervios y que debe ser considerada más amplia y científicamente como guerra psicológica.”

*“Si nos remontamos a la historia americana veremos que en las distintas etapas de la misma se consignan antecedentes, episodios y hechos que demuestran que los grandes jefes -entre ellos- San Martín- han utilizado los resortes psicológicos en forma magistral. El concepto de guerra de nervios es sinónimo de guerra de zapa, que era la terminología utilizada por San Martín, uno de los creadores de la guerra psicológica moderna. Y tanto es así, que en la Escuela de Altos Estudios, de Berlín, fueron estudiadas las campañas emprendidas por el Libertador bajo este punto de vista. El Gran Capitán fue realmente un creador del sistema, porque es indudable que el manejo y utilización de los factores psicológicos de su guerra de zapa, no fueron inspirados por ningún antecedente recogido en las escuelas militares españolas, porque no se lo enseñaba. Este sistema fue creado instintivamente por nuestro prócer.”

*“San Martín, en el Perú, manejó exclusivamente el factor Psicológico, pudiendo, de esa manera, llegar a Lima sin disparar un solo tiro, y con la única pérdida de pocos, muy pocos hombres, registrada en combates aislados de escasísima importancia.”

*“La baja de 2.400 hombres, que en esa campaña tuvo, fue ocasionada por el paludismo y otras pestes, lo cual demuestra que su verdadero enemigo no fue el ejército español, sino ese flagelo.”

* “La Campaña de San Martín en Perú como ejemplo de Guerra Psicológica”

*“Quiero cerrar esta primera clase, que han tenido ustedes la gentileza de escuchar, con una reseña, lo más sintética posible, de la campaña de nuestro General San Martín en el Perú. Todos la conocemos, y ustedes, por cierto, más detalladamente.”

*“El historiador Ricardo Rojas la llama `guerra mágica´. Por su parte el historiador peruano Paz Soldán, la califica de `fenómeno extraordinario´. Y añade: `San Martín derrotó a un ejército poderoso con la fuerza de la opinión y de la táctica, sostenida con ardides bien manejados´. Pacífico Otero, a su vez, en su monumental obra sobre el Libertador, abunda en casi un tomo sobre esa campaña, modelo de la `calma y latente dinámica de nuestro héroe máximo´.”

*“Yo califico a esta campaña del Perú como un ejemplo típico de la guerra psicológica. Durante ella, San Martín adopta y sigue imperturbable las medidas que, de acuerdo a lo que acabo de exponer, tienden:
1º A evitar el odio y el miedo del pueblo y de los jefes adversarios.
2º A crear una nueva moral en el pueblo que va a libertar: moral que ha de poner a ese pueblo en estado de rabia contra su gobierno `extraño´, y en estado de amistad con quien va a liberarlo,
3º A determinar el estado de elación (1) de su propia menguada tropa.
4º A organizar la 5ª columna entre los jefes del ejército realista.
6º A determinar la elación (1) en el pueblo peruano.
7º A organizar la 5ª columna en Lima.
(1: Elación: altivez, presunción, soberbia).

Otro aspecto que plantea Carrillo es lo referente al espíritu público y lo hace analizando la Campaña de San Martín en Perú. Veamos:

* “... La sagacidad psicológica de San Martín es admirable..... Recalca que el `objeto de la Revolución es la felicidad de todos´. Este slogan, como se diría hoy, va a repetirlo incansablemente, por todos los medios.”

*“Simultáneamente, San Martín se ocupa de sus tropas, cuyo estado moral, después de las victorias de Chacabuco y Maipo es excelente. Les dice en otra proclama: `Soldados: acordaos que toda la América os contempla en el momento actual y que sus grandes esperanzas penden de que acreditéis la humanidad, el coraje y el honor que os han distinguido siempre, dondequiera que los oprimidos han implorado nuestro auxilio contra los opresores. El mundo envidiará vuestro destino si observáis la misma conducta que hasta aquí; pero desgraciado el que quebrante sus deberes y sirva de escándalo a sus compañeros de armas. Yo lo castigaré de modo terrible y desaparecerá de entre los otros con oprobio e ignominia”.

*“Este final en tono violento, tiene el propósito –igual que otras medidas de severidad adoptadas- de devolver a los pueblos `la confianza en la moralidad de la causa revolucionaria, que había dejado recuerdos poco favorables después de la primera campaña de Cochrane´.”

Otro tema de interés es el que sigue, titulado “Características de la Guerra de Nervios”.

Dice Carrillo:
*“La obra maestra del Libertador, en el Perú, es la organización de la hoy llamada 5ª Columna entre los jefes del ejército adversario. Sabía que entre los que acompañan al Virrey Pezuela había ambiciosos y disconformes, no sólo con la autoridad, sino con la propia corona española. Pezuela representaba la tendencia monárquica: el General De la Serna, en cambio, con los jefes más jóvenes, a los liberales.”
*“Reanuda San Martín su guerra de zapa, o de nervios, o psicológica, como debemos entender hoy. Fomenta la enemistad entre los representantes de las dos tendencias. A De la Serna le escribe: `No vengo a derramar sangre, sino a fundar la libertad y el derecho. Los liberales del mundo somos hermanos en todas partes´.”
*“Se plantea el problema, de que no es España contra América, sino el del absolutismo contra el liberalismo. De tal modo. El descontento contra el Virrey cunde en sus propias filas. El Batallón Numancia – el más fuerte y célebre- se desbanda. Un levantamiento de De la Serna contra el Virrey que se empeña en luchar contra San Martín, le cuesta el cargo (al Virrey). Vese obligado a dimitir y ocupa entonces su lugar De la Serna.

*“Entre tanto el bloqueo del Callao prosigue. San Martín, contra los propósitos de Cochrane, que anhela librar batalla, lo contiene y le escribe a O´Higgins, en carta explicativa de su conducta; `Pienso entrar en Lima con más seguridad que fiando el éxito a la suerte de una batalla´. En otra dice: `Los dividiré - a los realistas- y ganaré tiempo. Me han muerto 1.600 hombres las pestes y siguen muriendo a razón de 100 por día´. Y, con todo esto, ya al finalizar 1820, a menos de un año de su desembarco, San Martín, sin haber librado batalla alguna –la de Pasco fue un encuentro-, tenía dominado moral, militar y políticamente al Perú.”

*“... Convencido de la desmoralización del adversario, San Martín rodea con sus fuerzas a Lima; asiste desde la bahía, a bordo del Moctezuma, a la labor de los patriotas; De la Serna clama por que San Martín levante el bloqueo y negocie. La población Limeña lee con avidez la última proclama del Libertador ofreciéndole el gobierno propio y concitándolo a la revuelta. La promesa de liberar a los esclavos e indios concluye por destruir la organización colonial. A nuevos requerimientos –después de abandonada Lima por De la Serna, el Libertador levanta el bloqueo y envía alimentos a sus adversarios, a sus propios cuarteles: `Los soldados –dice en un panfleto más- son enemigos nuestros en el campo de batalla solamente´.”

* “De la Serna huye y ante la formal invitación de una comisión de vecinos, patriotas y autoridades municipales y eclesiásticas, San Martín hace su entrada triunfal en Lima, el 9 de julio de 1821, `sin haber disparado un solo tiro´.”
Esta breve síntesis de la Campaña de San Martín en Perú es muy aleccionadora. San Martín no se refería a los españoles sino a los Godos. Con ello centraba el ataque en los que se autodenominaban los Grandes de España, que se consideraban herederos de los Visigodos, con innumerables derechos feudales especiales, de los cuales el derecho a no descubrir su cabeza ante el rey era sólo un símbolo más de su poder. Estos Godos eran el sector absolutista, hegemónico, de la nobleza española (y de los mandos políticos y militares). En cambio el sector liberal era diferenciable del anterior.
Carrillo destaca esta diferenciación de San Martín, que permitía ganar una parte para su causa, neutralizar a otro sector y aislar al verdadero enemigo.

Dice Carrillo en sus conclusiones: ... “En la Guerra Psicológica, las ideas y las palabras son las armas. Su ejecución es difundirlas”.

Dice Carrillo, casi al final, confirmando lo anterior: 
*“Grandes generales, mejores estrategos, pero (es importante) una fuerza combatiente imbuida de espíritu. Se lucha por el hogar, por la Patria.”

* “Si (la guerra) es justa y lícita –y todos los tratadistas están de acuerdo en esto- es moral. Luego, la guerra es moral, y el que lucha, soldado de una causa moral. A inculcar este concepto tiende no la mera propaganda bélica, sino la guerra psicológica, en colaboración estrechísima con el poder político.”

En un párrafo final en las “Conclusiones”, dice Carrillo:
*“(...) Los médicos lo intuimos, los militares lo saben y el ciudadano común –el soldado de la guerra- lo presume. Estudiemos todos los problemas que tengan relación con el hombre, su personalidad y su destino. Estemos ojo, oído, mente, corazón avizores en nuestra patria, preservada hasta hoy de las más tremendas calamidades. Nada, por grosero que sea o por sutil que sea, en el desarrollo de los acontecimientos, en el progreso de las ciencias, debe sernos ignorado. Faltaríamos a nuestro deber de argentinos, si nos cruzáramos de brazos o nos encogiéramos de hombros, ante las realidades que nos rodean.”





[1] Comentarios y reflexiones sobre extractos de la versión taquigráfica tomada por la Subsecretaría de Informaciones de la Nación durante las tres clases pronunciadas por el Dr. Ramón Carrillo ante los Jefes y Oficiales de la Escuela de Altos Estudios. Estos extractos fueron obtenidos del artículo La guerra psicológica, del Dr. Ramón Carrillo, incluido en el libro: Contribuciones al conocimiento sanitario. Talleres Gráficos del Ministerio de Salud de la Nación – Año 1951, páginas 180 a 268 de la edición mencionada.

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