entre el Sultán
Tipu, Tigre de Mysore, y Juan M. de Rosas, el Gran Americano
Pablo Vázquez
La Prensa,
18.11.2021
Ante la
conmemoración del Día de la Soberanía Nacional, en recuerdo de la Batalla de la
Vuelta de Obligado, del 20 de noviembre de 1845, muchos se han preguntado a lo
largo de la historia si Juan Manuel de Rosas se encontraba capacitado para el
ejercicio político y si midió las consecuencias que tendría enfrentarse con el
Reino Unido y Francia, las dos superpotencias de la época.
Desde trabajos
académicos de Adolfo Saldías, Carlos Ibarguren, Dardo Corvalán Mendilaharsu,
Julio Irazusta, Jorge Myers y Fermín Chávez, entre otros, dan cuenta de su
formación intelectual y análisis político, a la vez su aguda intuición para la
cuestión diplomática y el estudio de casos históricos que podían servir de
ejemplo a cuestiones que se presentaban como análogas.
Prueba de ello fue
su abultada biblioteca que consultaba permanentemente en su residencia de San
Benito de Palermo.
En `La biblioteca
hallada en la Casa de gobierno después de Caseros', de Julio César González,
incluido en Anuario de Historia Argentina (1941) se da un detallado listado de
una gran cantidad de obras, que tras Caseros las autoridades de facto
bonaerense incorporarían a la Biblioteca Pública, amén de temas sobre
administración y leyes locales, americanas e hispánicas, también se hallaron
textos de derecho internacional, de derecho francés y anglosajón, historia
norteamericana y europea, tratados internacionales, libros sobre cuestiones
bélicas, relatos de viajes y descubrimientos y manuales diplomáticos.
Destaco una obra,
`Memorias' de Fippoo Zaib (dos tomos), del resto. El nombre completo y correcto
es `Memorias de Typpo-Zaïb, Sultán de Masur; o vicisitudes de la India en el
siglo XVIII; procedidas de los establecimientos ingleses y franceses sobre
aquellas costas, escritas por dicho sultán, y traducidas al francés del idioma
malabar'. Publicadas por el ciudadano francés Desodoards y vertidas al
castellano por el teniente coronel D. Bernardo María de Calzada, publicado en
Madrid en 1800.
FATH ALI TIPU
Estos dos tomos
hacen alusión al gobernante de Mysore, en el sur de la India, que se enfrentó a
las fuerzas francesas británicas. Su nombre era Fath Alí Tipu, conocido como
Tipu Sahib, el Señor Tipu. R. H. Shamsuddín Elía, en `La epopeya de Tipu
Sultán, el Tigre de Mysore' (1996) ofrece una reseña del mandatario guerrero:
"El y su padre, Haidar Alí (1722-1782) lucharán durante cuarenta años
contra los británicos con la ayuda de oficiales franceses, persas y otomanos.
La última de las cuatro guerras conocidas como Guerras de Mysore (1799) verá
finalmente caer la fortaleza de Seringapatam (Srirangapatnam, Puerta del Señor
del mundo), la renombrada capital. Oponiéndose con firmeza a los planes
coloniales en el sur de la India, Tipu se ganó de los británicos la fama de
cruel tirano, aunque lo admiraron por sus dotes político-militares, y hasta
copiaron algunas de sus técnicas de combate. Se interesó en la construcción de
barcos para equipar a su marina de guerra, y en el diseño de las armas y la
artillería para el ejército mysoreano, convirtiéndose en el precursor de la
moderna cohetería militar".
CONTACTO CON EL
RESTAURADOR
Si la descripción
inicial del autor brinda muchos puntos de contacto con el perfil del
Restaurador, el siguiente detalle profundiza la obra de gobierno del Sultán:
"Pero este personaje no fue tan sólo un guerrero y estratega apasionado y
fuera d común, a quien buscó Napoleón y envidiaron los ingleses. Hombre de gran
cultura, erudición, y una cosmovisión generosa y pluralista, Tipu supo también
incursionar con éxito en una economía autosuficiente. Fundó un departamento de
agricultura para multiplicar y procrear la flora y la fauna, consiguiendo un
ganado ejemplar y la más fina raza caballar. La horticultura, la pesquería de
perlas, la sericultura, la silvicultura y la técnica de injertos alcanzaros
igualmente niveles de calidad no conocidos".
Su aporte a la
cohetería fue fundamental, ya que, si bien su utilización venía de antaño con
los chinos en el siglo XIII, Tipu releyó manuales de China e India, los
actualizó. Esos artefactos estaban conformados por un "tubo de hierro de
40 cm. de largo aproximadamente, pesaba unos 6 kilos y estaba sujeto a una caña
que servía de lanzador. Cuando era disparado despedía una llamarada rosa y
explotaba como un obús...tenía un alcance de unos 800 metros".
Agregó Shamsuddín
que: "la brigada cohetera de Tipu inspiró al artillero inglés Sir William
Congreve (1772-1828) a desarrollar el arma que fue utilizada en las Guerras
Napoleónicas. En efecto, el cohete de Tipu reaparecerá en 1808. en las batallas
de Leipzig, Nueva Orleans y Waterloo". Y, otra nota en común con Rosas,
reaparecerán con la flota anglo-francesa que en 1845/46 atacó posiciones de la
Confederación Argentina al remontar nuestros ríos interiores, disparando
"cohetes a la Congreve" en Obligado, Tonelero y Quebracho, según L.
B. Mackinnon en `La escuadra Anglo-Francesa en el Paraná' (1957) y en dos obras
de Eduardo Campos: `Veleros franceses en Obligado' (2012), y en `9:50 a.m.
Fuego! Fire! Feu! El combate de la Vuelta de Obligado' (2014).
DESTINO TRAGICO
El destino de Tipu
fue trágico, según detalló Gustave Von Grunebaum, en `El Islam: Desde la caída
de Constantinopla hasta nuestros días' (1975): "La principal resistencia
musulmana contra los ingleses fue la ofrecida por los gobernantes de Mysore, en
el Sur, donde Haidar Alí se creó un reino propio en 1761. Su heroico hijo, Tipu
Sultán, administró el país con brillantez y justicia, buscó en vano ayuda
contra los ingleses en Napoleón Bonaparte, y en los sultanes otomanos y fue
finalmente vencido y muerto en lucha desigual contra una alianza de los
ingleses, los maratas y en Nizam de Haiderabad".
El 4 de mayo de
1799 Tipu murió en combate, y su leyenda nació. Apasionado de los tigres, no
sólo utilizado como emblema personal, sino que su impronta, casi como Juan
Facundo Quiroga, marcaría en Tipu su propia identidad. Su frase "En este
mundo, es preferible vivir dos días como un tigre que doscientos como una
oveja", popularizada por Alexander Beatson en su obra de 1800, fue un
clásico refrán del siglo XIX que marcó toda una época de resistencia anticolonialista.
En Inglaterra, por
su fascinación ante el formidable enemigo, hubo una gran difusión de su vida en
textos y obra de teatro sobre el personaje. Lo mismo que en Francia, donde en
su momento habían recibido una representación diplomática del reino de Mysore,
ya sea en la obra que cité, por la traducción de Desodoards, y por Julio Verne,
quien basó en Tipu la creación de su más famoso personaje, Nemo, capitán del
Nautilus, personaje de `Veinte mil leguas de viaje submarino' y `La isla
misteriosa'.
¿DESTINO EN COMUN?
España no pudo
sustraerse de prestarle atención a la figura de Tipu, de allí la edición
madrileña de la obra que tuvo Juan Manuel de Rosas como dueño y que integró su
biblioteca. Décadas y kilómetros los separaron al Tigre de Mysore y al
"Campeón de la Independencia Americana", tal como Rosas fue
denominado por un diplomático francés en 1847. ¿Habrá sentido Juan Manuel un
destino en común con el Sultán de la India al leer sus memorias? ¿Se percató
que tuvo que soportar su ejército la cohetería británica desarrollada años
antes por Tipu? ¿Vivenció Rosas la asimilación del personaje por la cultura
inglesa en su exilio en Southampton?
De la derrota
militar el triunfo político: triunfos criollos en las costas argentinas,
fracaso en el intercambio comercial y desmoralización del invasor. De los
cañonazos de guerra a los cañonazos para desagraviar a nuestra enseña de la
Confederación. De la sangre derramada a la victoria del pueblo argentino por la
Soberanía Nacional.
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