Conceptos de San Martín y Rosas sobre la subversión



Rodolfo Jorge Brieba

Parece extraño vincular al General José de San Martín con la temática de la “subversión” tan propia de los tiempos modernos. Pero no lo es tanto a pesar de los escasamente difundidos conceptos que oportunamente vertiera a través de su correspondencia. Es más, a dicho enemigo lo identifica como “terroristas, comunistas y socialistas”.


San Martín residía en Francia hacia los años en que se desarrollaron los levantamientos en la ciudad de París de 1848, por lo que fue testigo directo de tales hechos, máxime cuando él seguía los acontecimientos políticos europeos y americanos como hombre de Estado que nunca dejó de serlo.

En carta al Mariscal Ramón Castilla, presidente del Perú, denunciaba hacia el 11 de septiembre de 1848: “…las máximas de odio infiltradas por los demagogos a la clase trabajadora contra los que poseen…” agregando que “…El porvenir inspira una grande desconfianza…donde todos los habitantes…desean ardientemente el gobierno del sable militar a caer en poder de los partidos socialistas…”.

En otra carta dirigida a la máxima autoridad del país hermano con fecha 14 de noviembre de 1849 le escribía: “La situación, en general, de este viejo continente, sigue en el mismo estado de agitación que anuncié a Ud. en mi anterior…De todos modos, resta la gran cuestión del socialismo, cuestión vigente y que los hombres del desorden entretienen a las masas, tanto por los clubs como los millares de panfletos”.

Curiosa aún cuando no extraña la feliz coincidencia con los conceptos que el Brigadier Juan Manuel de Rosas vertiera en una carta del 25 de septiembre de 1871 a doña Josefa Gómez en la cual decía:

“Hablo de la Internacional comunista que se declaró atea, reunida en Londres, en Julio de 1869. Quiere la abolición de los cultos, la sustitución de la Fe por la ciencia y de la justicia divina por la justicia humana. La abolición del matrimonio. La Internacional, es una sociedad de guerra y de odios, que tiene por base el ateísmo y el comunismo. En cuanto a sus reglas de conducta son la negación de todos los principios sobre los que descansa la civilización”.



Fácil es de advertir como estos estadistas y militares argentinos supieron coincidir respecto del concepto y primacía del orden político frente a las agresiones “terroristas, comunistas y socialistas” y subversivos en general marcando una línea histórica que jamás podrá ser desmentida pese a los discursos y relatos en los círculos de pretendidos intelectuales (“circuleros” que le decían en el siglo XIX en tiempos de la Confederación Argentina) como a las operaciones de lavado de cerebro de los medios masivos de comunicación.

(nota: la correspondencia del Libertador puede consultarse en “El Gran Mariscal del Perú Ramón Castilla y sus vinculaciones con el General San Martín”, Buenos Aires escrito por Raúl Aguirre Molina en concordancia con “Biblioteca Ayacucho, “San Martín – Su correspondencia 1823-1850, Editorial América-Madrid, 1919)

Regimiento de Granaderos a Caballo




El Regimiento de Granaderos a Caballo acaba de conmemorar el bicentenario de su creación; puesto que el 16 de marzo de 1812 se le encomendó al General San Martín que organizara el cuerpo.

Herederos de la tradición sanmartiniana, son desde el año 1903 la fuerza que escolta y brinda seguridad a los presidentes de la Nación, pero realizan además una tarea pedagógica entre unos 35 mil alumnos de escuelas públicas primarias de todo el país, que visitan cada año el predio ubicado en Luis María Campos al 500, en el barrio porteño de Palermo.

“El regimiento no es el dueño del legado del Padre de la Patria, sino la herramienta que cualquier argentino, y especialmente los niños, tienen para llegar al pensamiento y a la obra del General San Martín”, explicó a la agencia de noticias Télam el segundo jefe del cuerpo de Granaderos, teniente coronel Gustavo Adrián Sivori, y recordó el compromiso de sus hombres con la tarea de brindar seguridad y custodia a la presidenta. En tal sentido, recordó que durante el bombardeo sobre Plaza de Mayo, en 1955, murieron una decena de granaderos que custodiaban la Casa de Gobierno.

“Para el bicentenario hemos reorganizado nuestro museo, con la inclusión de pantallas táctiles y otros instrumentos interactivos, y además estamos preparando, para mostrarles a los alumnos, una recreación del combate de San Lorenzo, que incluye la caída de su caballo del general San Martín y la acción heroica del sargento Cabral”, explicó a Télam el encargado de Relaciones Institucionales del regimiento, capitán Darío Sosa, y anticipó que este año se pondrá en marcha un centro de interpretación móvil o museo itinerante que “recorrerá cada rincón del país para trasmitir el legado sanmartiniano” a los chicos de escuelas públicas.

El regimiento está conformado por ocho escuadrones que cumplen distintas tareas: el Ayacucho se encarga de la escolta y seguridad en la Casa de Gobierno; el Chacabuco, de la seguridad en la Residencia de Olivos; el Alto Perú es la fanfarria que acompaña los actos oficiales; los escuadrones Riobamba, Junín, San Lorenzo y Maypo participan en los actos ceremoniales del Estado; y el Montevideo se ocupa de las tareas de logística. Además, los Granaderos mantienen guardias de honor en la Casa de Tucumán y en el Convento de San Carlos, donde se libró el combate de San Lorenzo.

Datos

El cuerpo de Granaderos a Caballo está compuesto en la actualidad por un total de 958 personas, entre oficiales, suboficiales, soldados y personal civil.

El Regimiento ocupa unas cuatro manzanas en el barrio porteño de Palermo.

En ese predio se entrenan y cuidan unos 350 caballos de remonta, criollos y “cuartos de milla”, que son utilizados en desfiles y actos oficiales.